LA VOZ y la opinión


Periodismos Judeo Argentino Independinte
La izquierda está salvando los últimos restos del prestigio de Israel
Por Gideon Levy
La izquierda está salvando los últimos restos del prestigio de Israel. Sin ella Israel sería como Turquía en un buen día o como Irán en uno malo.
Después de todo, ¿qué es Israel sin su literatura, arte, cultura y los vestigios de su libertad de expresión? Un estado leproso, eso es lo que es. ¿Y qué son la cultura y el arte sin la izquierda? Menos que nada. Por lo tanto, la izquierda está salvando a Israel. No siempre tiene la intención de servir como agente que permite encubrir o justificar acciones censurables y funcionar como salvador de la dignidad nacional, pero eso es lo que de hecho está sucediendo.

Miri Regev (Ministra de cultura) provoca vergüenza al país y David Grossman le acarrea honores. Benjamin Netanyahu lo hace ser odiado y Amos Oz evoca admiración. El gobierno destruye y las ONG de izquierda le anuncian al mundo civilizado que todavía hay un Israel diferente que ahora está luchando por su existencia.
La legislación de derechas ha causado daños a la imagen de Israel, que supera con creces a los causados por artículos de izquierda. Un día de bombardeos en Gaza ha sacudido la posición del país mucho más que cualquier logro alcanzado por el movimiento de boicot, desinversión y sanciones. Acciones racistas de la derecha han erosionado la imagen de este país mucho más allá que cualquier artículo de izquierda del diario Haaretz. La izquierda, especialmente la radical, es la herramienta de información más eficaz que el país posee actualmente, mucho mejor que el ejército de propagandistas y patéticos “explicadores” oficiales. No hay nadie que difunda en forma más negativa el nombre de Israel en el mundo que la derecha. Con la excepción de la oficialidad judía y de los evangelistas, los comerciantes de armas y la gente de alta tecnología, las últimas personas que apoyan a Israel se aferran a los disidentes israelíes como su última esperanza.
Cuando Naftali Bennett escribe durante el fin de semana que “Grossman ha traído gran honor a Israel” sabe bien de lo que está hablando. No podría haber escrito esto sobre Bezalel Smotrich (diputado ultra-derechista del partido nacional religioso), ni siquiera sobre sí mismo. En el fondo de su corazón Bennett no querría vivir en un país sin Grossman, quizás incluso sin el grupo de “ Breaking the Silence” a pesar de que él esté luchando contra ese grupo para sus propios propósitos políticos.
Grossman, Oz, Breaking the Silence y B’Tselem son los últimos vestigios de humanidad y conciencia de Israel y Bennett sabe cómo sería el país sin ellos. Es dudoso que el Ministro de Educación, educado en América y residente de la refinada Ra’anana, quisiera vivir en un país como ese. También sabe que su campamento político (la derecha) no tiene autores de la misma estatura. Tampoco incluye muchos artistas o intelectuales, excluyendo al periodista y personalidad mediática Erel Segal y al columnista Shimon Riklin. No es por casualidad que Oz y Grossman, los actores Oded Kotler y Einat Weizman, el bailarín-coreógrafo Ohad Naharin y el poeta Yitzhak Laor forman parte de la izquierda. No es casualidad que la derecha no tenga figuras de ese calibre. Ellos (los creadores de izquierda) representan la conciencia del país, en ausencia de la cual no hay creatividad. La derecha israelí carece de conciencia. Es demasiado ultra nacionalista y racista. Es por eso que ningún arte de cualquier valor puede ser fomentado allí.
Su equipaje está vacío. Un caballo va a un bar y es un ganador. (Referencia al libro de Grossman ganador del premio) Sólo tal caballo puede ser uno, ya que el caballo de Grossman refleja no sólo excelente literatura, sino que fue escrito por un hombre de conciencia. La misma persona que escribió una carta a Haaretz sobre el detenido palestino que fue arrojado al borde del camino por policías y abandonado para morir, después de ser expulsado de un hospital con pañales y con un catéter, es una persona de conciencia.
El mundo aprecia a escritores excelentes y aún más a los que son dueños de conciencia, particularmente cuando están combatiendo regímenes que intentan amordazarlos. Del mismo modo que en Irán el cine permite crear alguna esperanza, en Israel alguna esperanza asoma a través del arte creado aquí, la mayoría de cuyas obras has sido declaradas traicioneras, peligrosas y prohibidas.
En un futuro no quedará mucho de esto en Israel. Hay muy pocos israelíes que estén dispuestos a luchar y pagar el precio y demasiados israelíes que alaban tontamente la ignorancia de Miri Regev. El futuro de Israel es seguro y no existe amenaza existencial sobre él. Sólo sobre el Israel de Grossman se ciernen los peligros. Es un peligro no menos amenazante que cualquier peligro existencial.
El libro de Grossman termina con el protagonista, el stand-up Dovaleh Gee, proclamando que no tiene más que ofrecer ese día o el próximo, y que el espectáculo ha terminado. Ese es el libro que ganó el Premio Man Booker hace unos días..
Fuente: Haaretz Traducción: J-AMLAT



Julio 2017 - Sivan / Tamuz 5777
Página Principal
Nros. Anteriores
Imprimir Nota

DelaCole.com


www.lavozylaopinion.delacole.com

E-mail: lavozylaopinion@gmail.com

Reg.Prop. intelectual 047343
Los ejemplares del periódico se pueden conseguir en los locales de los comercios anunciantes.

Auspiciado por la Sec. de Cultura de la Ciudad de Bs. As., Registro No 3488/2003 (15-01-04)

Editor y Director: Daniel Schnitman
Socio U.T.P.B.A 14867

Adherido a Sind. Intern. Prensa libre 4339

El contenido de los artículos es de exclusiva responsabilidad de los autores. Su inclusión en esta edición no implica presumir que el editor comparta sus informaciones o juicios de valor. Los artículos publicados pueden ser reproducidos citando la fuente y el autor. La dirección no se hace responsable por el contenido de los avisos publicados.

PRODUCTORA IDEAS DEL KOP S.A.